La cita de encuentro tuvo lugar a las 7 horas a.m. en
el terminal de carros de Urubamba. Tras acomodarnos en una combi, nos dirigimos
a la comunidad de Pachar. Una vez allí, los estudiantes, pudieron tomar los
primeros datos para el informe.
La plaza del municipio la decora un hermoso Pisuray;
junto él, como cerrando el círculo, las dos iglesias de la localidad. Una de ellas, la dedicada a
la Inmaculada Concepción, data de mediados del siglo XVII y fue recientemente
restaurada por el Instituto Nacional de Cultura por ser de gran valor histórico
y artístico, invirtiéndose alrededor de un millón cuatrocientos mil nuevos
soles.
El profesor Hugo Espinosa, nos proporcionó la llave
para contemplar todo el valor artístico
que encierra esta iglesia colonial dedicada a la advocación de María. Destaca
en su interior un precioso retablo revestido de pan de oro con sus columnas
salomónicas. En el dicho retablo aún no se han colocado las imágenes que hubo
en tiempos anteriores.
Se han podido recuperar numerosos frescos del siglo
XVIII que decoran sus muros y que antes de su restauración estaban tapados con
barro. Abundan en ellos decoraciones distribuidas en tres frisos paralelos con
símbolos geométricos y otras formas más dinámicas. También aparecen elementos
decorativos tales como: jarrones con flores, recipientes con frutas, aves,
ángeles (unos tocando la trompeta y otros con el incensario), anagramas,
frases, etc.
Una rica hornacina yace al lado opuesto de la entrada
lateral. En el arco que corona la puerta principal, en su piedra clave, está
diseñado el anagrama de María (patrona del recinto religioso) rematado por una
corona. Y sobre dicho arco aparece una pintura de la Virgen acompañada de una
figura angélica a cada lado.
Un breve recorrido por las calles de Pachar me sirvió para observar las
numerosas pinturas o grafitis con los que sus habitantes han adornado las
fachadas de sus viviendas. Toda una riqueza ornamental. He aquí algunas de
ellas.
Desde esta comunidad emprendimos el camino que nos condujo a los restos
arqueológicos de la cultura inca, conocido el lugar con el nombre de Ñaupa
Iglesia. No describiré aquí este centro religioso, debido a que ya lo realicé
en otra ocasión y en este mismo BLOG con fecha 01/12/2011. Tan solo muestro aquí
algunas nuevas fotografías.
Continuando nuestro caminar por la vía de tren, pudimos observar en una
pared vertical, unas pinturas pre-incas. Y así, pasito a pasito, llegamos al
puente que permite a los vehículos ascender hasta la comunidad de Socma. Atajos
alternativos al camino nos permitieron acortar distancias pero, a cambio, un ascenso pronunciado que se nos hacía
eterno.
Los accesos en coche hasta la comunidad de Socma son buenos en general,
pero dependen también de la época del año, pues los caminos se ven afectados
por la climatología adversa y la
geología muy inestable de sus suelos.
Los habitantes, en su mayoría, se dedican a la agricultura (papa y
maíz) y al pastoreo de su propio ganado. También se fomenta el turismo rural favorecido
por el entorno natural (restos arqueológicos y camino inca que lleva hasta
Ollantaytambo).
Nuestro siguiente objetivo fue el salto de agua de
Perolniyoq con una altura de unos 50 metros. Allí se desarrolla un rico micro clima de vegetación (saúcos) bien tupida.
Tras un breve descanso en una pequeña plataforma cercana a la cascada,
proseguimos el ascenso hasta el complejo arqueológico de Ragaypata, que
últimamente está siendo investigado y restaurado por el INC.