NUEVO SANTO
LASALLISTA (16
de OCTUBRE-2016)
El Hermano Salomón fue declarado Santo en el Vaticano el domingo 16 de
octubre por el Papa Francisco.
Durante la semana previa, los alumnos de Urubamba han
ido recibiendo información sobre los acontecimientos que rodearon los últimos
momentos de vida del mártir Hno. Salomón, ahora Santo, así como los hitos más importan-tes de su vida
y que transcribo a continuación.
1- PERSECUCIÓN Y MARTIRIO
Desde sus inicios el cristianismo constituyó una
novedad para el mundo judía y el mundo romano. La buena noticia de Cristo, el
mesías resucitado, fue recibida como una blasfemia por parte de judíos e
incomprendida por los romanos. Por ello, desde sus inicios los cristianos
fueron perseguidos, encarcelados y ajusticiados.
¿QUÉ ES UN MÁRTIR?
Un “mártir”
es aquel que muere en medio de torturas perversamente escogidas. La palabras
“mártir” proviene del griego y originariamente significa “testigo”. Todo mártir atestigua su fe en Jesús como único Señor excluyendo a
cualquier otro.
No creamos que los primeros cristianos iban por allí buscando el martirio. Como cualquier persona sensata huían de las persecuciones, pero cuando eran detenidos, daban testimonio de su fe hasta el fin, hasta dar la vida.
En este
sentido, el mártir es un seguidor y un imitador de Cristo. Toda la vida, la
obra y la enseñanza de Jesús fue un testimonio; su muerte en la cruz fue el
gran testimonio del amor de Dios para con nosotros. Los mártires imitaron a
Jesús en su entrega hasta la muerte.
¿POR QUÉ ERAN PERSEGUIDOS LOS CRISTIANOS?
En Israel los
judíos expulsaron a los cristianos porque consideraban que enseñaban doctrinas
contrarias a su fe. El primer mártir fue San Esteban que murió apedreado por
los judíos de Jerusalén, acusado de blasfemia (Hechos 6-7)
En Roma fueron tomados como “chivos expiatorios”,
acusados por Nerón de haber incendiado Roma, acusados por las autoridades de no
seguir las leyes romanas, etc.; cualquier denuncia o pretexto era suficiente.
Cuando eran apresados se les pedía que expresaran su fidelidad al emperador
romano rindiéndole el culto o la “adoración” que le ofrecían los ciudadanos. Si
se negaban, eran condenados.
Plinio el Joven, abogado, orador y político, hombre
honrado y culto, gobernador de Bitinia, que vivió entre los años 61 y 114 d.C.,
nos ha dejado una carta dirigida al emperador Trajano a propósito de los
cristianos:
2- LA REVOLUCIÓN FRANCESA
La palma o rama de palmera es el símbolo utilizado para representar que un beato o santo recibió
el martirio. En los primeros siglos los nuevos cristianos recibían el bautismo
durante la Pascua y profesaban su fe (el Credo) en público el Domingo de Ramos.
En esta ocasión era tradición que sus padrinos les regalasen una palma como
recuerdo de la fe que profesaban.
La palma simboliza la victoria sobre el mundo y la
muerte a través del martirio. Los mártires morían por confesar su fe y la rama
de palmera representaba los doce artículos del Credo de los Apóstoles que los
mártires defendieron con sus vidas.
¿CUÁNDO TERMINARON LAS PERSECUCIONES?
En realidad,
las persecuciones a los cristianos se han dado en todos los tiempos y aún no
han terminado. Se continúan dando en nuestros días. El Papa Francisco afirmaba
en marzo del 2016: “Les digo que hay más mártires
hoy que en los primeros tiempos de la Iglesia. Numerosos hermanos y hermanas
nuestros dan testimonio de Jesús y son perseguidos, son condena-dos porque
poseen una Biblia. No pueden llevar el signo de la cruz”.
Las noticias recientes de cristianos asesinados en
países como Corea del Norte, Irak, Siria, Afganistán Pakistán, Somalia, Sudán,…
Se estima que entre 2015 y 2016, más de 7.000 cristianos han sido asesinados
por su religión.
LAS PERSECUCIONES DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Históricamente
se toma como fecha de la Revolución Francesa el 14 de julio de 1789, ya que en
este día los pobladores de París tomaron La Bastilla, que era una prisión,
símbolo del poder tiránico de los Grandes (reyes y nobles). Se cuenta que durante
esa noche, el Duque de Rochefoucaud despertó al Rey para anunciarle la noticia:
“¿Es un motín?” Preguntó el Rey. “No Majestad, ¡es una revolución!”
La
Revolución se inició como un movimiento contra la monarquía y la nobleza
francesa por los abusos y excesos que llevaron a Francia a una tremenda crisis
política y económica. En su origen no iba en contra de la religión ni contra la
Iglesia católica, y muchos obispos y sacerdotes estaban de acuerdo con ella.
Sin embargo,
pronto se acusó a la Iglesia de ser la causante de grandes males para Francia,
y la Revolución se convirtió en una persecución anticristiana. Se adoptaron
muchas medidas contra el catolicismo: Se sustituyó el culto y las festividades
cristianas por nuevos ritos y fiestas revolucionarias, se atacó a las órdenes
religiosas, se expropiaron las propiedades de la Iglesia en beneficio del nuevo
estado revolucionario que se enriquecerá con la venta de las mismas.
Además se promulgó una Constitución Civil del
Clero, mediante la cual se ordenaba que, en adelante, el nuevo estado revolucionario fuera el encargado de
nombrar obispos y párrocos, saltándose la autoridad del Papa. Lo más chocante
fue que obligaron a los sacerdotes y religiosos a jurar fidelidad a esta
constitución y al gobierno Revolucionario Francés.
Los revolucionarios,
inicialmente, respetaron a los sacerdotes que se negaron a prestar juramento,
sin embargo a partir de 1792 empezaron a perseguirlos, desterrarlos o
asesinarlos, conside-rándolos como enemigos de la revolución. Miles murieron.
Como dato a resaltar diré que la Iglesia católica ha declarado beatos a 460
mártires de la Revolución Francesa. De ellos, cuatro son Hermanos de La Salle.
De esos 460, el primero que ha sido canonizado, es decir, declarado santo, es el
Hno. Salomón Leclercq.
GUILLAUME NICOLÁS LOUIS LECLERQ que después tomará el nombre religioso de Hno. Salomón, nació en Francia el 14 de noviembre de 1745. Como su
padre era comerciante, lo envió a estudiar en la escuela comercial que tenían
los Hermanos de La Salle en su ciudad, Buologne-sur-Mer, para que siguiera sus
pasos. Algún tiempo después de terminar sus estudios se convenció que los
negocios no eran para él y optó por seguir el camino de sus maestros.
En 1767
ingresó al noviciado de los Hermanos y cinco años después se comprometió de por
vida como religioso. Después de desempeñar diferentes cargos y enseñar en
varios lugares, a partir de 1987 pasó a ser Secretario del Hno. Agatón,
Superior General de entonces.
Cuando se produjo la Revolución Francesa, la mayor parte de los Hermanos se negaron a jurar fidelidad a la Constitución Civil del Clero, por lo que se vieron obligados a abandonar sus escuelas y comunidades, para esconderse. De esta manera el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas se disolvía y dejaba de existir ya que sus miembros estaban dispersos por toda Francia y fuera de ella.
El Hno.
Salomón no huyó; vivía solo en París, en la clandestinidad por haberse negado a
prestar juramento, custodiando la casa de los Hermanos, con la intención de
restaurar el Instituto apenas se presentase la oportunidad. Aunque por
precaución dejó de usar el hábito de los Hermanos y vestía con traje civil. No
pasó inadvertido para los revolucionarios, quizás porque acudía a las iglesias
en las cuales celebraban misa los sacerdotes que no habían prestado juramento.
El 15 de
agosto de 1792 los guardias invadieron la casa de los Hermanos, lo arrestaron y
lo condujeron al convento de los carmelitas. El 2 de septiembre fue ajusticiado
en el jardín. Alrededor de 166, entre
sacerdotes y religiosos, fueron encarcelados allí por haberse negado a jurar la
Constitución Civil del Clero; fueron masacrados sin ningún juicio y sus cuerpos
echados a un pozo o sepultados en fosas comunes excavadas en el jardín.
Los siete nuevos Santos que canonizó el papa
Francisco 16/10/2016
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Cuatro días
antes de morir, el Hno. Salomón escribía a una de sus hermanas: “Suframos con alegría y agradecimiento las
cruces y las aflicciones que nos son enviadas. Por mi parte, no me considero
digno de sufrir por Cristo, por cuanto hasta ahora no he experimentado nada
malo, mientras hay tantos defensores de la fe
que se hallan en dificultad”.
El 17 de octubre de 1926 el Hno. Salomón fue
beatificado junto a los que murieron con él. Se les llamó los “Mártires del Carmelo”. El 16 de octubre del 2016 fue proclamado SANTO junto a otros seis seguidores del Cristo.
EL CAMINO DE LA SANTIDAD
Para que alguien sea proclamado Santo, la Iglesia
tiene que seguir un largo proceso. Primero se presenta su causa y se revisa su
vida. Si llevó una vida ejemplar se lo
declara “Siervo de
Dios”. Luego de investigaciones más minuciosas para
esclarecer virtudes, es proclamado “Venerable”. Si se demuestra un milagro debido a su intercesión,
pasa a ser “Beato” y si obra al menos un milagro más, se le canoniza,
es decir, pasa a ser “Santo”.
El último milagro comprobado del Hno. Salomón sucedió
en Venezuela, cerca de Caracas, en la localidad rural Sabaneta de El Hatillo. En el 2007, la niña de cinco
años María Alejandra Hernández, fue mordida por una serpiente venenosa y solo
pudo ser atendida 52 horas después del accidente, debido a que inicialmente no
se supo qué le había mordido y, luego, debido a la lejanía de los centros de
salud. Mientras la niña convalecía sus compañeros y religiosas del lugar,
rezaban al Hno. Salomón para que intercediera por ella.
Estas fotografías corresponden a la celebración
realizada el viernes 21 de octubre en el coliseo La Salle de Urubamba. De esta
manera toda la Institución se sumó al acto de canonización del Hno. Salomón
Leclerq celebrado en Roma.
4- ORACIÓN AL Hno. SALOMÓN
¡Oh Dios! que nos concedes en el Hermano Salomón,
religioso lasallista, hijo generoso de tu Iglesia,
un gran intercesor y protector
de nuestros niños y jóvenes,
te pedimos escuches nuestras súplicas
y las presentes ante Nuestro Señor.