domingo, 26 de septiembre de 2021

PORTADAS EN URUBAMBA

 


 


El legado histórico es uno de los diversos atractivos con que cuenta Urubamba. Uno de ellos son  sus portaladas, donde sus dinteles muestran inscripciones y formas labradas. Abundante es este arte popular en numerosas viviendas del Valle Sagrado, aunque en muchas ocasiones no podemos establecer la datación de su ejecución o la construcción de la vivienda por falta de datos en el dintel, o también porque es posible que se haya reutilizado el material o reedificado el solar. 

Lo considero y denomino “arte popular” porque tiene por denominador común la ausencia del nombre de sus autores; gente sencilla que no se considera artista, pero que expresa a través de su trabajo toda una herencia generacional recibida.

Al contemplar la portalada de una vivienda, esta nos proporciona cierta información sobre sus dueños.  En el mundo rural andino, donde se utilizaba el adobe y la madera como elementos básicos de la construcción,  el hecho de que una familia pudiera pagar un picapedrero y empleara piedra labrada en su vivienda, era ya signo de una posición social más elevada. También en ocasiones se da a conocer el nombre (o iniciales) del propietario (padre de familia), o se manifiesta el rango nobiliario mediante el escudo de armas.

Otro elemento muy común a destacar en las portaladas de las viviendas son los signos, dibujos o advocaciones para proteger la vivienda y las personas que la habitan. Desde la antigüedad, el hombre, ha buscado cómo protegerse contra el mal, ya sea de catástrofes naturales o de los malos espíritus. Estos elementos protectores suelen colocarse en las entradas a la vivienda (ventanas y puertas), principalmente en los dinteles. Esto me recuerda el relato del Éxodo (12, 20-22) cuando los israelitas pintaron sus puertas con la sangre del cordero para proteger de la muerte a sus primogénitos.

En nuestro entorno actual del Valle Sagrado, los signos protectores más destacados, si los hay, son los cristianos, tales como la cruz, la eucaristía, los anagramas religiosos y hasta advocaciones. No faltan símbolos de la cultura inca como expresión del sincretismo. Es a través de estas manifestaciones, que podemos deducir el tipo de religiosidad de la familia que habita el hogar.

En Urubamba podemos hallar algunos dinteles con blasones heráldicos o escudos de armas, aunque son escasos, como signos de pertenencia a un linaje señorial. También encontramos en  ocasiones portadas que están decoradas con elementos autóctonos de flora y fauna, así como de influencia europea.

Considero que el presente escrito no es un trabajo técnico ni exhaustivo sobre las numerosas portaladas que hay en Urubamba. Tan solo pretendo sensibilizar a las autoridades e ilustrar a la población sobre la riqueza de este sencillo patrimonio. Algunas de estas portadas se encuentran en buen estado, pero la mayoría muestran un deterioro o descuido a causa de que están infravaloradas por el municipio, entidades culturales e inclusive por sus mismos propietarios.

Para preservar y revalorar estas portadas el Consejo Municipal de esta ciudad debe tomar conciencia y actuar mediante algunas de sus comisiones a ejemplo del pueblo vecino de Maras, donde sus portadas son consideradas Patrimonio de la UNESCO.

A continuación expongo, como muestra de lo dicho, algunos de los dinteles que actualmente se pueden contemplar en nuestra localidad de Urubamba.

Portada ubicada en Jirón Sagrario N°542.

En ella no se precisa el año de su origen. El dintel está sostenido por dos jambas de forma cuadrada sin decorar y cada una está rematada por un capitel sencillo. 

El dintel, en su parte central, presenta un círculo que contiene en su interior un monograma del nombre de Jesucristo IHS (Iesus Hominum Salvator - Jesús Salvador de los Hombres, en latín), coronado con una cruz, que es también símbolo representativo de Jesucristo, así como los tres clavos unidos por sus puntas y sobre un corazón. Símbolos estos muy frecuentes en la heráldica de la Compañía de Jesús.

 A ambos lados del dintel hay una serie de figuras enmarca-das dentro de un rectángulo (semejando escudos). En el de la izquierda se lee la leyenda: “AVE MARÍA”, intercalando entre cada dos letras una cruz griega.

 La portalada se ve rematada por una cornisa labrada en cuatro piedras sobre el dintel.

 

Portada ubicada en Mariscal Castilla (sin número) 


Se halla en buen estado de conservación. El dintel lo sostienen dos jambas de forma cuadrada y con simétrica decoración. Cada jamba está dividida en cuatro partes, alternando los dibujos. A su vez, las jambas, se ven rematadas por capiteles sencillos.

El dintel está compuesto por tres piezas líticas, siendo la mayor la del medio. En su centro se halla  una custodia con la cruz en su interior. Junto a ella, y a ambos lados, aparecen: un cirio, el ángel con el incensario y una cara grotesca seguida de adornos vegetales con racimos de uvas.

 Remata la portalada una cornisa labrada en varias piedras, que sobresale y está unida al dintel mediante molduras escalonadas.

  

Portada ubicada en Jirón Belén N°920.

 

 Toda ella muestra una gran sencillez. El dintel está sobre dos jambas cuadradas y cada una está seccionada en  cuatro piezas que carecen de decoración. El dintel y las jambas se unen mediante un sencillo capitel con decoraciones poligonales volumétricas.

 El centro del dintel lo ocupa un semicírculo, mostrando en su interior una custodia en forma de sol con la cruz en su interior. Junto a ella, y a ambos lados, aparece un candelabro con la vela.

Destaco la leyenda poco visible situada en la parte inferior del dintel que dice:

 “ALABADO SEA EL SANTÍSIMO
 SACRAMENTO”

 

 Portada ubicada en Jirón Sagrario N°480.


 
Interesante portada debido a su abundante decoración y al buen estado de conservación a pesar de que la vivienda ha sido reconstruida en varias ocasiones. Es un exconvento de los jesuitas y en su dintel se precisa la fecha de ejecución (1793).

 En el centro del dintel aparece en relieve un escudo de armas partido en vertical, con figuras repetidas en cada lado; dos cabrillas a la diestra y dos candados cerrados a la siniestra. Recordemos que un escudo partido en la heráldica expresa la unión de dos linajes diferentes.

 Coronan el escudo tres semicírculos; el del centro, contiene medio sol con sus rayos solares y candados incompletos en los otros dos semicírculos.

 Entorno al escudo existe una leyenda que dice: “CASTRO AÑO DE 1793 SE ACABÓ”. A ambos extremos del escrito hay dos figuras de animales que semejan leones, simétricos y mirando ambos hacia el centro. Completan el dintel en sus extremos, dos piedras rectangulares en posición vertical y labrados con dos cuadrados superpuestos cada una.

 Dos jambas de forma cuadrada sostienen el dintel y cada una de ellas está formada por cuatro piedras que presentan idéntica decoración, excepto las situadas bajo los capiteles, donde una de ellas tiene invertida la decoración.

Sobre sendas bases cuadradas descansan las pilastras y estas se unen al dintel con sencillos capiteles decorados con molduras. Remata esta valiosa portada una cornisa que sobresale bastante y está labrada en cinco piedras con molduras escalonadas.


Portada ubicada en Jirón Bolívar  (sin número)

 
Portada que se halla ubicada en la Casa Parroquial. Un informe importante encontramos en la parte inferior del dintel, indicando la fecha de realización: AÑO DE 1676.

Es una portada de líneas simples, donde sus jambas están sin decorar y coronadas por sendos capiteles sencillos. Sostienen un dintel compuesto por tres piezas, del que sobresale un corni-samento en su parte superior.

 Dentro del dintel y en la piedra central del mismo, encontramos varias inscripciones. Sobre ellas, y de manera simétrica, hay en ambos lados la letra omega del alfabeto griego. En la parte central aparece el anagrama de Jesucristo rematado con una cruz sobre la “H”, y debajo de ésta encontramos los tres clavos que hacen referencia a la pasión.

 

Al lado derecho del dintel está el anagrama de MARÍA y en el  izquierdo 
el de san JOSÉ.

 Muestro un escudo en el que aparecen también los tres anagramas.

 Así pues, esta portada estaría dedicada a la Sagrada Familia.

 

Portada en la Avenida Mariscal Castilla (sin número)

 

Portada que aparece sin enumerar, como tantas otras de esta avenida. La estructura del dintel descansa sobre dos jambas de forma cuadrada sin decorar y reposando sobre sus bases cuadradas.

 Remata la portada en su parte superior, una cornisa que sobresale y se une al dintel mediante una moldura.

Llama la atención en el dintel, el escudo decorado con adornos externos. Alrededor de este blasón aparece la inscripción: AVE  MARÍA. Y una cruz griega o “X” que se intercala entre cada letra de esta advocación.


El escudo está cortado horizontalmente por su mitad. En el jefe superior se muestra un águila coronada en visión frontal; sus patas y plumas de la cola apartadas; alas abiertas y cabeza de perfil, mirando hacia la diestra. Sus garras se apoyan sobre las cabezas de otros animales y a cada costado del águila aparece una palmera.

En el campo inferior del escudo se muestra un dragón de perfil orientado hacia la diestra y girando la cabeza hacia tras.

Rematando el escudo en su parte superior y sobre la cabeza del águila, aparece un semicírculo solar con sus rayos, conteniendo en su interior la letra “V” de la advocación mencionada. 

             Portada ubicada en Jirón Grau N°325

Construida en piedra labrada. Sus jambas de sección cuadrada están sin decorar, así como los capiteles que las coronan y sostienen el dintel.

Frente a las jambas han colocado recientemente dos columnas seccionadas con capitel jónico y cuya función es ornamental. 

El dintel de esta portalada está formado por tres piedras trabajadas. Las situadas en los extremos exhiben el anagrama o símbolo de los jesuitas que tantas veces se repite en las portadas de Urubamba y en otras poblaciones cercanas. Se trata, como ya hemos aclarado, del anagrama de Jesucristo rematado con una cruz sobre la “H”, y los tres clavos de la pasión bajo esta misma letra.

Las imágenes talladas que ocupan la parte central del dintel, representan a un noble de la época de la conquista con el sable en la cintura y enarbolando la cruz.

Un león yace a sus pies, y la vegetación envuelve la escena.

 Remata la portada una cornisa compuesta por cinco piezas líticas.

 

 Portada ubicada en Jirón Bolognesi (sin número) 


Portada que se encuentra en buen estado de conservación. Sus dos pilastras, compuestas por cuatro piedras talladas cada una, están sin decorar  y son de sección cuadrada.

Los capiteles simétricos e invertida la posición, muestran una sencilla decoración con una flor de lis en su interior. 

Tres piezas líticas componen el dintel, siendo la mayor la del centro, siendo la única decorada. Su diseño trata de reflejar la simetría, ocupando el centro un círculo cuyo interior contiene esculpida la cruz sobre la letra “H”, y a sus lados la “I” y la “S” (casi borradas) del anagrama jesuita.

A cada lado de este círculo central se hallan dos dígitos y una letra sobre ellos. Los números  corresponden a la fecha de construcción (19 – 63), siendo las tetras: “B” y “V”.

 Completan el dintel en sus extremos otros dos círculos que contienen cada uno un jarrón con tres flores cuadrifolias.

 

Portada ubicada en Mariscal Castilla (sin número)

 

    Esta portada se halla relativamente en buen estado de conservación. Las jambas, de forma cuadrada, están sin decorar y rematadas por un sencillo capitel decorado con molduras. Las pilastras descansan sobre sendas bases cuadradas.

       Un segundo capitel, de sencilla decoración, aumenta la altura de la portada y mejora su diseño.

       El dintel ha sido tallado evocando la sagrada eucaristía. Sus ilustraciones están repartidas a ambos lados del eje de simetría que lo ocupa la custodia. La sagrada hostia está rodeada de rayos solares y en su interior podemos observar una cruz.

 

   A cada lado de la custodia, y de manera simétrica, se encuentra el cirio y una persona postrada de rodillas en actitud de adorar. También en los extremos del dintel aparece el diseño de un motivo vegetal que puede hacer referencia a la vid.

      Remata la portada una cornisa que sobresale y que está labrada en varias  piedras.

 

Portada ubicada en cruce de Sucre-Comercio


       En el dintel de la portada se señala el año de su origen (1719). Dos jambas de forma cuadrada y sin decoración se unen al dintel mediante sencillos capiteles. Tres piezas líticas componen el dintel, siendo la del centro de mayor tamaño y con decoraciones.

En su parte central presenta un círculo que contiene en su interior el monograma del nombre de Jesucristo en latín: IHS (Iesus Hominum Salvator - Jesús Salvador de los Hombres), coronado con una cruz sobre el monte Calvario.

En la parte inferior y dentro del círculo están los tres clavos de la pasión unidos por sus puntas. Todos estos símbolos son utilizados muy frecuentemente en la heráldica de la Compañía de Jesús (Jesuitas). A ambos lados de este anagrama central observamos sendas águilas bicéfalas coronadas y colocadas de manera simétrica. Estas aves llevan en sus picos una llave y un racimo.

En el lado izquierdo y dentro del diseño del ave, vemos el anagrama que hace referencia a San José, y en la parre derecha el referente a María.

La portada se ve rematada por una cornisa labrada en cuatro piedras sobre el dintel.


 La iconografía en Urubamba.

       Al hablar de iconografía me refiero a los anagramas, inscripciones y siglas que aparecen en los dinteles y jambas de las portadas. Muchos de estos signos son de carácter religioso y, como ya he señalado anteriormente, tienen en su origen la finalidad de proteger.    


Es a través de estos signos que también se mani-fiesta la religiosidad de la familia que habitaba en la casa. A esto, la investigadora Tatiana Medina lo denomina  “sacralización de espacios civiles”.

 

     Es en este contexto, que el icono más destacado en los dinteles es la cruz como símbolo cristiano. Ésta representa a Cristo como mediador y protector en nuestro cotidiano vivir. Por eso son tan abundantes las cruces en los cerros de nuestro Valle Sagrado, protegiendo del mal a las personas, comunidades, animales y chacras.

                          

    Este signo cristiano va unido casi siempre al monograma IHS o JHS. Letras mayúsculas que corresponden a la etimología latina Jesus Hominum Salvator (Jesús Salvador de los Hombres). En 1541 san Ignacio utilizó este antiguo monograma en su sello como Superior de la Compañía de Jesús, convirtiéndose en el símbolo de la orden.

     Como podemos observar en la imagen se añadió una cruz sobre la H, y los tres clavos que hacen referencia a la pasión de Jesús. Es muy corriente rodear el IHS con un sol radiante y colocar debajo de las letras los tres clavos de la pasión unidos por sus puntas.

El Papa Francisco, siendo jesuita, adoptó este monograma en su escudo episcopal.

 Veamos algunos ejemplos en la ciudad de Urubamba.



Encontramos también dinteles con los tres anagramas dedicados a la sagrada familia  (Veamos dos ejemplos)



Jirón Comercio n° 347   (MARÍA – JESÚS – JOSÉ)




Y en Jirón Mainique n° 409   donde los anagramas de José y María está

invertida la posición con relación al dintel anterior.

 

 Otro icono religioso que abunda en los dinteles de Urubamba es la representación que alude a la Sagrada Eucaristía; tema que ya vimos en la portalada de Jirón Belén n° 920 y en la de Mariscal Castilla s/n. Generalmente aparece diseñada una custodia  acompañada de una frase como en el caso mencionado de Jirón Belén que es la siguiente:

 Otra muestra lo vemos en el siguiente dintel situado en Jirón Mainique n° 414. Tiene la misma frase haciendo referencia a Jesús en la Eucaristía: “ALABADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO”.



Nótese el añadido reciente “AL” y la terminación “mo” y “to” sobre las palabras correspondientes. El cáliz y la sagrada hostia son el icono con que se representa aquí la Eucaristía. En el caso de Jirón Belén n° 920, como ya vimos, se hace con la custodia.

 El sol que rodea la hostia es símbolo de Jesucristo desde los orígenes del cristianismo. Es Jesús quien ilumina la humanidad de quien cree en él.

 El sol rodea la hostia como analogía. Así como el sol es necesario en la tierra para producir vida, así es visto Jesús por los creyentes, desde los orígenes del cristianismo, para producir vida.

 
             “ALABADO CEA EL SANTISIMO SACRAMENTO”

En Jirón Bolognesi n° 228




La mayoría de las jambas son de sección cuadrada y carecen de ornamentación; y si la tienen la  más frecuente está trabajada con  escarapelas y cuadrifolias dispuestas simétricamente como podemos velo en Jirón Sagrario n°480 y en Mariscal Castilla.

 

Encontramos también, aunque pocas, figuras esculpidas en relieve como ocurre en estas dos imágenes:
Esta se halla en Jirón Arica n°369
La dovela o pieza clave del arco tiene esculpido un mascarón.

A sus lados aparece el año de 1935

 Esta otra se halla en Mariscal Castilla n° 640.

Imagen esculpida en ambas pilastras.

Ambos personajes, con barba y bigote, parecen pertenecer a la nobleza europea por la gorguera y la corona que cubre su cabeza.

  

Portada ubicada en Jirón Comercio N° 116 


No se aprecia el año de su origen. Sus dos jambas de forma cuadrada están sin decorar y se unen al dintel mediante dos capiteles sencillos.

        Remata la portada en su parte superior, una cornisa que sobresale y se une al dintel mediante una moldura escalonada. El dintel presenta la siguiente inscripción: “ALABADO EL SANTÍSIMO”; y sigue la abreviación 

 Bajo esta expresión que hace referencia a Jesús en el sacramento de la Eucaristía, aparecen dos leones rampantes con corona real y sosteniendo la borla marcaypacha, que era la corona del inca y símbolo del poder imperial.

 


   Reitero antes de terminar este tema de las portadas, la situación de abandono en algunos casos y el mal trato de otras. Espero que las entidades competentes, así como los dueños o inquilinos de la casa se pongan a valorar esta riqueza que nos han transmitido.

 




No solo el deterioro o abandono me llama la atención, sino también los letreros publicitarios que ocultan el valor de algunas portadas. He aquí algunos ejemplos

 

 

lunes, 5 de julio de 2021

ESPERANZA EN EL DOLOR



 

 Seguimos en tiempos de incertidumbre a nivel global debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19. ¿Quién se iba a imaginar esta nueva y larga situación? Hemos tenido que ir transformando y adaptando nuestro trabajo y estilo de vida a una nueva realidad. Han ido  pasando los miedos ante lo incierto y a veces acompañados por el dolor ante la pérdida de seres queridos o amistades más o menos cercanas. Me pregunto: ¿hasta cuándo va a durar?  ¿Qué nuevas consecuencias nos está implantando esta situación? ¿Cómo afectará en especial a las familias económicamente más vulnerables?

No pierdo la ESPERANZA de que pronto venceremos esta pandemia y que nos iluminará el porvenir para ser más humanos y solidarios. Hemos aprendido que nuestros sueños y proyectos son frágiles, así como la vida, y que la enfermedad o la muerte no hacen distinción de edad ni de condición social.

Como creyente tengo la firme ESPERANZA de que un mundo mejor está por venir. Como dice Pablo: “Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2ª Timoteo 1:7). Él es la única fuente de seguridad, y la ESPERANZA nos alimenta a seguir adelante en medio de las dificultades de la vida.

He elegido este dibujo de un niño, ya que refleja la ESPERANZA que hemos tenido todos puesta en los sanitarios y tantas otras personas que han arriesgado sus vidas durante los meses de confinamiento. Un deseo de conseguir el fin de tanto miedo y dolor.

El arcoíris se convirtió desde el principio de la pandemia en un símbolo de la lucha o resistencia contra el coronavirus. Ya en la Biblia, el arcoíris es una forma de proyectar la ESPERANZA, ya que “después de la tormenta siempre llega la calma”.

 Vacunas en Urubamba

Debido a que la pandemia del COVI-19 seguía latente, comenzaron a vacunar en el mes de mayo a los adultos mayores que superaban los 80 años de edad. En fechas sucesivas se efectuó a niveles inferiores de edad, siempre los protocolos biosanitarios establecidos. 

15 de mayo del 2021


 Mes de La Salle. Un año más nos hemos preparado para celebrar la festividad de nuestro Santo Fundador. Debido a la situación epidemiológica, también este año 2021 hemos tenido que celebrar la festividad a través de actividades no presen-ciales.

Cada día de la novena se presentó una reflexión a través de Radio Lasalle y otros medios, participando Hermanos y profesores de toda la Institución.

Ya la víspera, viernes 14 de mayo,  se realizaron diversas actuaciones virtuales por niveles educativos. Destaco la celebración eucarística tenida el día central por la tarde, así como diversas actividades realizadas a través de Radio La Salle y plataformas digitales.


 Avenida Señor de TORRECHAYOC

 
El pasado 22 de mayo se inauguró oficialmente la pavimentación de esta avenida. Como casi todas las obras que se ejecutan hoy día, los plazos previstos en el tiempo se alargan por diversos motivos. Por fin, este proyecto que se comenzó en el año 2019, se concluyó en el 2021 en plena festividad del Señor de Torrechayoc. El valor económico de esta obra suma un total de 2.982.000,22 soles.

 Pentecostés

 En esta festividad, 23 de mayo, se celebró también en Urubamba la fiesta del Patrón Jurado de Urubamba, Señor de Torrechayoc. La pandemia hizo que las actividades religiosas y sociales fuesen muy restringidas.

Para esta fecha aparecieron en el santuario dos pequeños retablos de madera. Sustituyeron a otros anteriores de obra. Están situados antes de subir las gradas del presbiterio.

 


Durante la noche, del 23 al 24 de mayo (2021) han caído las primeras nieves en los cerros próximos a Urubamba. Bendición para las cosechas en el Valle Sagrado de los Incas.

 

CONVENIO IGLESIA-ESTADO






En la tarde del día 16 de junio, la viceministra de Gestión Pedagógica, Killa Miranda, visitó nuestra Institución cumpliendo el estricto protocolo de bioseguridad. La acompañaron autoridades del campo educativo, entre ellas el Lic. Arturo Ferro Vásquez (Director de Educación del Gobierno Regional del Cusco) y el Sr. José Eduardo Villavicencio Quispe (Director de la UGEL de Urubamba), ambos antiguos alumnos de nuestro Instituto.

Durante el acto tenido en el teatrín de la Institución se hizo entrega del documento con el que se refrendaba el Convenio Iglesia-Estado para la cooperación durante los próximos cinco años, hasta el 2026.

SALIDA COMUNITARIA

 


Martes 29 de junio, festividad de los Santos Pedro y Pablo. Al ser feriado, decidimos realizar una salida comunitaria en coche. Ruta algo larga, pero interesante por los paisajes y el conocimiento de la población que vive entre los 3.000 y los 4.100 msnm.

 


El circuito recurrido fue el siguiente: Urubamba – Ollantaytambo – Huilloc – Patacancha – Cuncani – Lares – Calca – Urubamba.

 




Durante el presente año se celebraron las elecciones para la presidencia de la República, resultando elegido Pedro Castillo del partido Perú Libre. Tomó posesión el 28 de julio, el mismo día en que se conmemoraba el Bicentenario de la Independencia del Perú. Diversos actos conmemorativos se realizaron para ratificar el compromiso de consolidar la nación peruana que, debido a la pandemia, fueron realizados vía virtual en su mayoría, tanto a nivel nacional como institucional.