domingo, 19 de septiembre de 2010

CAMINO DEL SOL

Días 11 y 12 (viernes y sábado) de setiembre del 2010. He acompañado a profesores y alumnos de tercero de Secundaria del Colegio La Salle de Urubamba en su viaje cultural a los restos arqueológicos de Tambomachachay, Puka Pukara y Huch’uy Qosqo.   Llugar, este último, en que acampamos e hicimos noche bajo nuestras carpas  (tiendas de campaña).
A las 7’30 h. de la mañana tomábamos el autobús de línea que realiza el trayecto entre Urubamba y el Cusco,  pasando por Pisac. Una hora más tarde llegábamos al centro arqueológico de Paca Pucara.

1.    Complejo Arqueológico de Puka Pukara.
 Este complejo arqueológico dista a unos  7 km de la ciudad del Cusco y a una altitud de 3.680 m.s.n.m.. Dado que cuenta con numerosos recintos, plazas interiores, atalayas y un antiguo camino inca que alcanza el abra de una montaña cercana, podemos deducir que debió tener la función de “tambo” es decir, un lugar colectivo de descanso y alojamiento con provisión de alimentos.  A la vez, y por estar situado en lugar estratégico, desde él, se debieron controlar los intercambios de productos entre la selva y el Cusco.

Puka Pukara significa "fortaleza roja", porque las piedras calcáreas con las que está construida han adquirido la coloración rojiza del terreno, muy abundante en hierro. La forma que tiene este recinto, en su conjunto, es poligonal. El tamaño de las piedras empleadas es más bien mediano y pequeño, con una superficie externa rugosa.
Por la proximidad a Tambomachay (un kilómetro), no se descarta la posibilidad de ser una fortaleza con la que proteger al Inca cuando éste  se disponía a visitar los baños  acompañado de un numeroso séquito. Este grupo se alojaba  en  Puka Pukara que era cuartel y tambo a la vez.

2.   Complejo Arqueológico de Tambomachay.
Este lugar es conocido también con el nombre de “Baños del Inca” o “Baño de la Ñusta” (Ñusta es el nombre quechua que se daba a las jóvenes vírgenes, símbolo de la madre tierra aún no fecundada).
Puesto que la distancia  entre PuKa Pukara y Tambomachay es corta, nos dirigimos a este último lugar caminando. Tras presentar la documentación oportuna en el control, accedimos al recinto arqueológico.


Este lugar debió desempeñar una importante función religiosa vinculada al agua. El material usado para su construcción fue la piedra caliza. Es de destacar también el respeto de la arquitectura inca por las formas naturales y cómo adaptaban sus construcciones a la naturaleza.
El recinto consta de tres plataformas o andenes paralelos construidos con bloques de piedra. La parte inferior son piedras poligonales con almohadilladlo. En su parte media se perciben piedras megalíticas. Y en el andén superior, las piedras, están ricamente trabajadas  y en él hay cuatro hornacinas o nichos de forma trapezoidal del tamaño de una persona.  
Por una serie de canales, el agua cristalina fluye durante todo el año y va hasta una cascada superior, la cual, se subdivide en otras dos secundarias exactamente iguales que hacen referencia a la dualidad de varón y mujer.  Sus aguas van a parar a una pequeña poza de piedra donde el Inca rendía culto al agua. Recordemos que los incas veneraban el agua como fuente de la vida. Todavía hoy, durante el mes de agosto,  podemos presenciar cómo los campesinos siguen realizando tributos y ofrendas en dichas fuentes.
Terminada la exposición del guía, puse fin también a mis anotaciones de este lugar y me dediqué a tomar unas instantáneas con la cámara fotográfica antes de  emprender el largo camino hacia Huch’uy Qosqo.

La travesía, que está programada en las guías turísticas en seis o siete horas,  resultó  ser diez. Los motivos de este retraso fueron varios: cansancio y lentitud de quienes no estaban  acostumbrados a realizar tales  caminatas; el exceso de material  que llevaban para cocinar en grupo;  el sol de justicia que caía al mediodía y  la carencia, en algunos miembros del grupo, de alimentos con aportes vitamínicos. A esto hay que añadir la altitud de estos lugares.
A lo largo de esta travesía entre Tambomachay  y  Huch’uy Qosqo se han de culminarcuatro puertos de montaña que superan  los 4.000 m.s.n.m.  Los  paisajes son andinos, monótonos, carentes de arbolado y una pobre vegetación esteparia, muy seca en esta época del año.
Después de ascender y cruzar los dos primeros pasos de montaña, almorzamos  para  reponer fuerzas y acometer la subida al tercer puerto (4.225). Desde este lugar se percibe la laguna de Qoricocha. Y descendiendo hacia el norte, como desde un mirador, puede contemplarse  también la laguna de Piuray. Ambas son como pinceladas que rompen la monotonía del paisaje. 
Nuevo y último tramo de ascensión; y esta vez entre  campos labrados esperando la lluvia para el cultivo de la papa. La cima alcanzada, 4.335 m. Nos hicimos las fotografías para el recuerdo antes de iniciar el largo descenso hacia Huch’uy Qosqo.
El día declinaba al pasar por un pequeño poblado llamado Pucamarca. A partir de este lugar comienza un bonito y angosto cañón repleto de restos incas: puentes de madera que cruzan el río una y otra vez, andenes, camino inca, … No pudimos disfrutar de la belleza de estos últimos parajes, ni de la panorámica que se percibe del Valle Sagrado desde esa altura, antes de llegar Huch’ay  Qosqo donde hicimos noche en tiendas d campaña.
3  Complejo Arqueológico de Huch’oy Qosqo.
El significado de este nombre  en quechua es: “pequeño Cusco”. Dicho recinto está situado a 3.550 m. de altitud.  En él se asentaron pueblos  con anterioridad  al  Inca Wiraqocha quien  estableció  en dicho lugar su  residencia de descaso. Desde allí  podía divisar, como hoy, la Cordillera Vilcanota y el fértil Valle Sagrado con sus poblados de Calca y Lamay.
Transcribo algunas anotaciones tomadas en mi libreta sobre este lugar, que por su magnitud me  ha impresionado. Se están haciendo  excavaciones  para poner al descubierto su valiosa y amplia arqueología;  pero considero insuficiente lo realizado,  y  hasta  me dio la sensación de dejadez en ciertos  restos arqueológicos. Pero, ¿qué he podido observar?
* Un camino inca, procedente de la ciudad del Cuzco, desciende de la montaña hasta la que fue  puerta de acceso al recinto.
* Numerosos andenes. Algunos de ellos sirven hoy para acampar con el debido permiso; otros esperan ser  despojados  de la maleza que los oculta o reparar su deterioro y abandono de siglos.
* Numerosos restos de edificios que los estudiosos han de investigar la utilidad que tenían en el pasado. Destaco de entre ellos dos:
-  Uno, de base cuadrangular y que debió tener tres plantas. Éste es de una gran calidad arquitectónica por el tallado y la precisión del encaje de sus piedras en las dos plantas inferiores; no así en la tercera planta que es de adobe. Llama la atención  cómo sostenían las vigas del primer piso, así como la puerta de acceso  al recinto por su poca altura y la precisión en la unión de sus piedras.
 - Otro edificio a destacar es el construido sobre un amplio andén. Tiene forma rectangular (de unos 50 metros de longitud) y todo él es de adobe. Su construcción es muy sencilla y presenta diversas puertas orientadas hacia el Valle Sagrado y hacia una gran explanada. Posiblemente fue un taller artesanal en el que las vírgenes  del sol trabajaban  para la realeza o un lugar en el cual se aposentaba la comitiva real.
* Es de destacar también el caudal del río en esta época de verano y las canalizaciones con las que contaba este recinto. Podemos también percibir una gran piscina en la cual se debieron realizar distintos ritos sagrados relacionados con este elemento sagrado de la naturaleza.


El descenso desde  Huch’uy Qosqo hasta el pueblo de Lamay (situado  en el  Valle Sagrado) se hace por un sendero en ziz-zaz,  amplio y con cierta pendiente para salvar el fuerte desnivel. Es un trayecto para disfrutar de las vistas del fértil Valle Sagrado y de la Cordillera Vilcanota con sus cumbres nevadas.
Como valoración de la salida y desde mi punto de vista, creo que es una caminata larga y con ciertas dificultades para jóvenes de tercero de Secundaria, si antes no se han ejercitado en senderismo. Para realizar estas travesías se les ha de orientar con anterioridad en lo que es una marcha en grupo y cómo dosificar y recuperar energías a base de una alimentación y bebida adecuadas. No está de más informar sobre el material a llevar (lo imprescindible) y el tipo de calzado.
Desde el aspecto cultural me reafirmo en que ha sido valiosa  la aportación en el aprendizaje,  en especial las explicaciones  del guía y su abnegado servicio hacia el grupo.
Añado algunas fotografías más sobre el paisaje sin arbolado de estas altitudes. En la última aparece la hierba con la que cubren los techos o tejados de las casas (ICHU en quechua).






sábado, 18 de septiembre de 2010

CIRCUITO VALLE SAGRADO


En fecha 27 de setiembre de 2010, la Municipalidad de Urubamba ofreció a los alumnos de 5º de Secundaria del Colegio La Salle, un recorrido cultural por los lugares más emblemáticos de esta provincia.
El autocar, el delegado del municipio y el guía turístico a nuestra disposición. Sí, digo nuestra,  porque tuve la suerte de acompañar al grupo. De esta manera pude conocer algunos de los lugares arqueológicos del Valle Sagrado que no son ofertados en las guías turísticas de las agencias.

Paso a describir dicho circuito y lo más relevante del mismo.
Las dos primeras paradas tuvieron lugar dentro de la municipalidad de Urubamba.

1ª.   Delante del  SEÑOR DE TORRECHAYOC. Se trata del santuario de la ciudad, aunque la iglesia principal está situada en la Plaza de Armas y dedicada a San Pedro (hoy cerrada por obras).  Las gentes de estos contornos tienen una gran devoción al Señor de Torrechayoc. Se trata de una gran cruz y la faz de Cristo coronado de espinas.
Así pues, iniciamos el recurrido turístico delante de este santuario, encomendándonos al Señor con el rezo de un Padrenuestro que el guía me solicitó que presidiera.  Acto seguido y sin bajar del autocar, los alumnos, escucharon una breve reseña sobre el origen de dicho santuario. La exposición se basó más en dos de las leyendas que circulan entre la población sobre el origen de la milagrosa cruz que preside el altar, que  no en los hechos históricos acaecidos tras el terremoto del año 1650 y que dejó incomunicadas las poblaciones de Urubamba y Lares.
Fue en  1867 cuando se inició la reconstrucción de los caminos entre ambas Comunidades. La conclusión de los trabajos se celebró con una solemne eucaristía en la que participaron más de dos mil personas, colocando una  cruz en medio de la nieve entre los términos de ambas poblaciones. Al sitio se le denominó Abra de Sicllaccasa. Es aquí donde se inicia la historia de la CRUZ DEL SEÑOR DE TORRECHAYOC que sería proclamado Patrón Jurado de la Provincia de Urubamba.
 Años más tarde,  el 24 de enero de 1882, la Cruz colocada en el Abra de Sicllacasa  se trasladó a Urubamba, para ser venerada en una pequeña ermita que se construyó a tal efecto.  Así se originó la historia del nacimiento de la Cruz de Torrechayoc, cuya festividad se celebra el día de PENTECOSTÉS.
A partir del año 2000 se viene realizando la peregrinación anual al lugar de Sicllaccasa. Como participé en la del 2008, escribía lo siguiente ese año: Iniciamos la peregrinación a las 21 h., después de la Misa de Bendición para los peregrinos. Fueron ocho horas de subida continua por senderos. De los 2.875 metros en que se encuentra Urubamba, hasta alcanzar los 4.020 m de altitud. Ya me habían informado de su dificultad y de que no todos llegaban. De aquí la preparación que hice días anteriores recordando la Pujada nocturna a Montserrat. Con el agravante de ser una ascensión permanente en la que cada vez más se me hacía dificultosa la respiración por la altitud….”
No es el momento de transcribir todo el relato. Así que continuaré con el siguiente destino de nuestra ruta cultural.

2ª  EL  PALACIO  de HUAYNA  CAPAC.
Gran parte de lo que fue este palacio inca lo ocupa en la actualidad el cementerio de la ciudad. En su interior se puede ver aún parte de un muro inca totalmente abandonado. Otra gran parte de este palacio lo ocupan  fincas particulares.
Se conserva un muro exterior del palacio muy restaurado, en el cual podemos observar nichos de doble jamba y la construcción en su parte inferior es de tipo ciclópeo.

Árbol  Pisonay
De Urubamba partimos hacia Yucay para adentrarnos por hasta URQUILLOS. Esta pequeña comunidad es conocida hoy como el centro donde se produce el mejor maíz gigante blanco (Paracay Sara) del mundo, gracias a la calidad de su clima y de sus tierras de cultivo. Situada al margen izquierdo del río Urubamba, posee andenes de la cultura Inca  que se trabajan aún hoy día por sus actuales propietarios para la producción del maíz.
En el Valle Sagrado hay diversos Pisonay, siendo el de Urquillos uno de los más grandes y antiguos. Existe la tradición de que fue el mismo rey Carlos V de España quien lo plantó. (¿Será verdad que este rey vino hasta este lugar?)
Hay un templo de dicado a San Juan de Dios ya que estos religiosos  fundaron aquí el primer hospital del Valle Sagrado. A la vez, el convento, fue  casa de formación para jóvenes que aspiraban a ser religiosos.

4º  El  PALACIO del  Inka SAYRI  TUPAC, en  Yucay, fue nuestra siguiente y breve visita.
Este palacio está ubicado junto a una gran explanada verde que hace las veces de plaza mayor. En el centro de ésta hay dos grandes pisonay (árboles de coral) y a ambos extremos están: el templo dedicado a Santiago Apóstol y el palacio imperial Inca.
La arquitectura de este palacio o casa parece indicar que se trataba más bien de un recinto dedicado a labores administrativas de carácter agrícola y religioso. Tiene forma cuadrada de 11 por 12 metros y fue construido con piedra y adobe.  Mediante el cómputo de sus hornacinas y puertas establecieron períodos (meses)  de 28 días y ciclos de 13 lunas (13 meses). La puerta de acceso al recinto tiene una altura de 6 metros; y es a través de ella y estando alineada con la luna llena, cuando se marca el  inicio del calendario agrícola del Valle Sagrado

 Otros elementos que podemos apreciar dentro del recinto son: Las dos pinturas situadas en nichos o medias chacanas y que representan la fertilidad y el arcoíris (éste fue considerado una deidad por conectar a los seres de la tierra con las divinidades del cielo). Un horno subterráneo que sirvió para la cocción de la cerámica. También lo relacionan con una chinaca (agujeros que hicieron los incas en el suelo para comunicarse con el mundo subterráneo).
La chacana que he mencionado, también llamada cruz andina, es un símbolo muy utilizado en el Imperio Inca. Tiene forma de cruz cuadrada y escalonada con doce puntas. El símbolo en sí es una referencia a l sol y a la Cruz del Sur. Debido a que esta estrella se ve, el día 3 de marzo, como una cruz perfecta. Ese día se celebra la fiesta de la chacana y a la vez era el inicio de las cosechas.

El  5º lugar arqueológico visitado fue  OLLANTAYTAMBO.
Es uno de los lugares de mayor valor arqueológico de la cultura Inca. Dista a unos 80 km del Cusco y está situado en el Valle sagrado. El pueblo conserva la antigua estructura urbanística de los incas. Se puede percibir en sus calles, canales de agua, puertas trapezoidales y  en la tipología de muros e inclinación de los mismos.  Hasta las casas actuales están asentadas sobre las bases de aquella época.
El nombre significa “lugar de descanso de Ollanta”. Ollanta fue el nombre de un caudillo inca; y los tambos, eran lugares que ofrecían alojamiento, descanso y comida.  Este lugar fue un complejo militar, religioso y de descanso para el Inca y la nobleza.
Voy a mencionar algunos de los restos arqueológicos que me llamaron más la atención y un breve resumen de lo expuesto por el guía.
·        Los 17 andenes  que tuvieron una doble finalidad: detener la erosión y  el cultivo. Algunos sobrepasan  los dos metros de altura. En este último andén hay diez hornacinas orientadas hacia la salida del sol. Se conoce este lugar como el Templo de las diez ventanas (lugar en donde se exponían sus ídolos y  momias), con la puerta de acceso al Santuario del Sol.  Las piedras son de un labrado exquisito. Y en ese mismo muro hay una puerta con doble jamba que daba acceso directo al Templo del Sol. La orientación hacia el sol o la divinidad era importante en la cultura inca. Recordemos el mentir y el no trabajar eran castigados en vida y en muerte (enterrar al difunto al lado contrario del sol).
·        El Templo  del Sol: De él, llama poderosamente la atención la pared compuesta por seis enormes  bloques de piedra rosada, con junturas de piedras pequeñas para la dilatación.
Se cree que no llegaron a terminar este santuario, pues aparecen piedras de gran tamaño a medio terminar. Piedras que traían de Cachicata, una cantera situada a 6 Kilómetros de distancia. A las piedras que no llagaron a su destino se las conoce con el nombre de “piedras cansadas”.

·        En la parte inferior izquierda del complejo, encontramos las fuentes litúrgicas, es decir, para rendir culto al  agua.  Hay otra fuente dentro de un edificio “Baño de la Ñusta” (Baño de la Princesa). En esta zona se juntaban las tres fuerzas de la naturaleza: el fuego, el viento y el agua.

·        En el cerro opuesto  hay unas construcciones (colcas) que tenía la función de ser almacenes de productos agrícolas (en quechua =  colca  o qollqa). Están situados a gran altura,  donde la temperatura es más baja y el viento es más abundante (Amplío este tema más adelante).


Estos son la mayoría de los comentarios expuestos por guía durante el recorrido. A continuación tuvimos media hora libre para comer, y acto seguido emprendimos el viaje hacia las Salineras.

6ª   LAS  SALINERAS de MARAS.
En la ladera de la montaña de “Qaqawuiñay” y de forma escalonada aparecen unas 2.000 pequeñas parcelas o pozas, donde los comuneros retienen las aguas saladas que emanan de un manantial natural ubicado en la parte superior de las pozas. Inundan éstas cada tres días y, por evaporación del agua, la sal contenida se va solidificando y depositando en el fondo hasta alcanzar el debido grosor para retirarla. Este proceso suele durar un mes.
Esta sal es llevada al Cusco y allí es yodada para ser consumida. En la antigüedad no se hacía este tratamiento, por lo que los habitantes de esta zona solían padecer del bocio.
Añadir que estas Minas de sal ya fueron explotadas en tiempos de los Incas, de la misma forma ancestral  que en la actualidad. Me impresioné, la primera vez, al contemplar este gran mosaico de pozas y su intenso color blanco. Además, uno puede pasearse por entre las pequeñas parcelas e incluso continuar el camino hasta encontrar el río Vilcanota. No lo hicimos, sino que tomamos al autobús camino de los Andenes de Moray.

  7ª  LOS  ANDENES CIRCULARES   DE  MORAY.
Este nuevo punto arqueológico se encuentra a unos 7 km de Maras. Impresiona su tamaño y forma. Viene a ser como un gran anfiteatro o cráter hundido en la tierra. Hablo del más grande, pues hay varios, y puede alcanzar bien los 100 metros de profundidad.
Aunque fueron construidos  en tiempos anteriores a los Incas, éstos los utilizaron  como centro experimental de cultivos debido a los diferentes microclimas que se dan en los andenes. Hasta 15º de diferencia podemos tener entre los andenes inferiores y los más altos.
     La construcción presenta los cuatro andenes inferiores en forma circular. Fueron construidos con muros de contención y rellenados de tierra fértil. Se accede por ellos mediante piedras que sobresalen del muro y por más que llueva nunca se inundan debido al buen sistema de drenaje que poseen.
Debido a que teníamos el tiempo muy justo no pudimos realizar una inspección más detallada del lugar, ni descender hasta la parte inferior de los andenes.

8ª COLCAS de MARAS.
En el municipio de Maras y por el camino interior hacia Chinchero se están restaurando  unas  16 colcas. Hasta hoy sólo 8 han sido trabajadas.

Corresponden  a la época inca  tardía y fue Manco Inca que, huyendo de los conquistadores, quemó estas colcas así como Chinchero con el fin de desabastecer a los españoles.

Las colcas  eran edificios construidos  en las laderas de los cerros; lugares altos, frescos y bien aireados. Estaban  separados entre sí para evitar incendios.  Su finalidad era la de almacenar en ellos todo tipo alimentos y productos elaborados  (maíz, papas, frutos secos, hoja de coca, tejidos, armas,…). Estos edificios los encontramos extendidos por todo el imperio Inca y su construcción era muy sencilla: paredes de piedra  y  techo de paja.
Eran  barias las  funciones  que podían tener estos alimentos almacenados: abastecer al ejército y comitivas reales, como ofrendas en determinados ritos  y  fiestas, reservas para la población en épocas de escasez, etc.

9ª  CHINCHERO.  Desde Urubamba, que está a 2.800 m.s.n.m.,  hemos ido ascendiendo en nuestra la ruta hacia Chinchero. Esta población se encuentra en una meseta a 3.780 m. hemos podido caminar por sus pequeñas calles empinadas y por sus escalinatas incas hasta llegar al lugar en  donde hubo el palacio inca.  Allí se construyo una iglesia  colonial dedicada a Ntra. Sra. de Montserrat.  En su pórtico hay una pintura mural en la que se representa a la Virgen y a la lucha entre Pumakawa (simbolizado por un puma) y Tupaq Amaru (simbolizado por una serpiente)
Delante de la iglesia hay dos plazas separadas por un gran muro con 10 nichos trapezoidales en muy buen estado de conservación. También se conservan, en la parte este,  numerosos andenes y algunas de las conducciones de agua.   (Dejaré que las imágenes hablen por sí solas).
 
10ª  MIRADOR  DE  RACCHI.  Ya de regreso a Urubamba paramos en el mirador de Racchi. Lugar desde el que se puede observar el Valle Sagrado en la zona de Yucay a una altitud de unos 1.000 mts.  Hoy es un lugar en el cual se practica  el parapente y el ala delta.
Desde ese mismo lugar pudimos observar las colcas más grades del Valle Sagrado situadas en la ladera del cerro. Junto a ellas  los numerosos  andenes que están en  reconstrucción.

En este lugar hizo el guía la última exposición cultural y, acto seguido, se despidió del grupo. Emprendimos el camino de regreso hacia Urubamba, terminando la ruta en la Plaza de Armas.