PROYECCIÓN
SOCIAL EN NAVIDAD
Aunque el ambiente de la NAVIDAD tarda en llegar hasta estas
latitudes de la sierra, desde nuestra Institución La Salle, así como otras
organizaciones humanitarias, nos desplazamos hasta las comunidades más alejadas
para compartir con los niños (y no tan
niños) una jornada que denominamos NANIPO (NAvidad del Niño PObre).
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Destaco dos de esos lugares donde los sentimientos de
compartir afloraron más en mi persona; fueron las comunidades campesinas de
Mullakas y Marcuray. La primera, para
los que conocen estos lugares, está pasado Maras. Allí me desplacé con los jóvenes
de nuestro Instituto que estudian magisterio.
Era una escuelita con niños de
inicial a los que educa Roxana, una encantadora y firme profesional de la enseñanza.
La comunidad de
Marcuray está ubicada más arriba de Sogma, a unos 3.500 metros de altitud. Sólo
se accede a este lugar por senderos. Nada de carretera ni caminos.
Unas dos horas duró nuestro ascenso en zigzag hasta llegar a
la escuela primaria. El profesor ya había comunicado a los niños nuestra llegada.
Tres de ellos acudieron con sus caballos para trasladar nuestro material.
Marcuray es una comunidad andina muy alejada de las necesidades
básicas como podéis suponer. Si uno enferma debe servirse de animales para
acudir a una atención médica y los niños que desean seguir estudios de
secundaria deben andar unas cuatro horas diarias. A estos niños, tímidos para relacionarse, pero súper
animados en los juegos, cantos y danzas, acudimos en vísperas de Navidad, a
compartir con ellos algo de alegría. No faltó
cierta dificultad en relacionarnos porque su lengua vehicular es el
quechua.
Regalos, chocolatada y pan fueron nuestros presentes para con
esos niños y gente adulta que acudió al encuentro.
Nuestro regreso y descenso, aunque dando un pequeño
recorrido, se vio gratificado por la visión del entorno rodeado de las imponentes cumbres de los nevados andinos y la majestuosa
cascada de agua de Perolniyc de unos 50 metros de altitud.
Jornada gratificante por el compartir con la gente sencilla y
disfrutar de esta hermosa obra creada por el buen Dios, que nos legaron
nuestros antepasados. Gracias también a todas aquellas personas que hacen
posibles los gestos altruistas y humanitarios.
LA CATEQUESIS RURAL
Otra de las actividades
gratificantes a nivel humano y que implica donación y dedicación para con los
niños es la catequesis rural que imparten nuestros estudiantes del Instituto en
diversas comunidades: Chicón, Palqaraqui, Qotohuincho, Ccollanas, Urquillos,
Yanahuara y Pucrutu.
Este fin de semana,
sábado 21 de diciembre (2013), se reunieron en el coliseo de la Institución La Salle
unos 150 niños procedentes de dichas comunidades, todos ellos muy ilusionados
por el encuentro y el regalo que les
aguardaba.
Un pesebre presidía
nuestro encuentro y, tras las palabras de bienvenida del Hno. Javier, se
procedió a animar el ambiente con canciones acompañadas de gestos. No faltaron
las escenificaciones y villancicos que los mismos niños habían preparado con
sus catequistas. Acto seguido repusieron sus fuerzas con el chocolate y el pan
de Navidad.
El acto terminó con la
presencia de los reyes Magos y sus pajes. Emocionados los más pequeños que
tuvieron la fortuna de recibir el regalo de manos de uno de los Reyes Magos.
No hubiera sido posible
esta actividad sin la generosa aportación económica de 400 euros de la Colla
Jove de Tarragona. ¡Gracias amigos! También es de agradecer todos los pasos
dados por Eric Díaz para que llegasen estos fondos a su destino. Un bonito
ejemplo de solidaridad y de manera especial en estos tiempos de crisis.