miércoles, 2 de noviembre de 2011

«CREO EN EL CIELO»

«CREO EN EL CIELO»

     Hoy, primero de noviembre, celebramos la festividad de Todos los Santos. Una fiesta de esperanza para los creyentes y que lo expresamos en el “credo” cuando afirmamos: “creo en la comunión de los santos”.
     Sí, me siento vinculado a ese grupo al que Jesús llama bienaventurados por tener limpio el corazón (Mt. 5,8). Unido a ellos por el amor “que nunca pasa” (1 Cor 13,13) y unido con ellos a Dios.
     Me siento cercano a todos  los santos que han creído y esperado lo  mismo que yo creo, espero y trabajo por ello. Siento la cercanía de todos aquellos que nos dejaron y compartieron  parte de mi vida, dejando una  profunda huella en mi corazón: Antonio, Benito, Natividad, Floren, José Luis Navarro, Mireia Daniel, … y tantos otros que han amado al Padre y a sus hermanos los hombres procurando imitar el mor de Jesús.

     Sí, les echo a faltar, pero creo que están  en el cielo junto a Dios, viendo cómo Éste conduce hacia la plenitud el deseo de la vida, de justicia y de paz que se encierra en la creación y en el corazón de la humanidad.
    Creo en ese cielo donde la tristeza, la miseria, el dolor, la humillación y el hambre serán enterradas para siempre.
     Creer en el cielo es para mí acercarme con esperanza a tantas personas sin salud, enfermos crónicos, minusválidos físicos y psíquicos, personas hundidas en la depresión y la angustia, cansadas de vivir y de luchar. Siguiendo a Jesús, creo que un día conocerán lo que es vivir con paz y salud total. Escucharán las palabras del Padre: Entra para siempre en el gozo de tu Señor.
No me resigno a que Dios sea para siempre un "Dios oculto", del que no podamos conocer jamás su mirada, su ternura y sus abrazos. No me puedo hacer a la idea de no encontrarme nunca con Jesús, ni con mis seres queridos. No me resigno a que tantos esfuerzos y renuncias por tener un mundo más humano y dichoso se pierdan en el vacío. Quiero conocer a los verdaderos santos que vivieron amando en el anonimato y sin esperar nada.
Un día podremos escuchar estas increíbles palabras que el Apocalipsis pone en boca de Dios: «Al que tenga sed, yo le daré a beber gratis de la fuente de la vida». ¡Gratis! Sin merecerlo. Así saciará Dios la sed de vida que hay en nosotros.
                                       (Inspirado en un texto de J. A. Pagola)

En este mismo BLOG encontrarás comentarios sobre las costumbres en estas tierras sobre la  FESTIVIDAD de TODOS LOS SANTOS y EL DÍA  DE  LOS  DIFUNTOS.
 (2010  mes de noviembre - Festividades)



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