miércoles, 3 de octubre de 2012

DESPEDIDA A UN AMIGO


2 de octubre. Amaneció un nuevo día en el que la naturaleza nos ha mostrado una vez más su encanto. Las gentes que viven en el entorno al Instituto, esa mañana, realizaban su trabajo rutinario como si nada hubiese pasado. Hasta la megafonía, un tanto distorsionada del carro municipal, convocaba como de costumbre a los vecinos para deshacerse de los desperdicios.

Lentamente, como si no quisiéramos vivir el momento, hacen acto de presencia los estudiantes para iniciar sus clases. Rostros serenos, palabras de saludo en tono melancólico acompasadas por algunas músicas perdidas de ciertos celulares, muestran que en su interior bullen interrogantes sobre la vida.

Sí amigos. Uno de los nuestros, un Lasallista, nos ha dejado.
Atrás han quedado las horas que pasamos junto a Kevin y que estarán vivas para siempre en nuestros recuerdos: sus bromas, su alegría, su disposición servicial,... 

Sé que no ha sido fácil para todos los que te conocimos, Kevin,  enfrentarnos a un desenlace no deseado.  Tú pusiste sobre la mesa la última carta que tenías escondida y con la que nos has sorprendido a todos.

 Ahora, en tu ausencia, seguiremos pensando en ti; no para culpabilizarte, sino para reflexionar en tu partida  y cómo ayudarte. Demostrándote que seguimos recordándote y amándote; porque desde nuestra visión cristiana creemos que somos algo más que un mero cuerpo material. Que la vida continúa en un plano que trasciende a toda materia y a nuestros cinco sentidos, para ir al encuentro del ORIGEN, que no es otro que nuestro Creador.

Sí; hemos llorado tu partida, pero la tristeza quedará atrás dejando paso a la esperanza. Es necesario sentir el dolor y llorar para luego restaurar y fortalecer nuestro interior. Serán tus gratos recuerdos, Kevin, los que poco a poco nos irán disipando ese dolor que ahora tenemos.

Que tu partida nos ayude a vivir mejor nuestro presente. Nos haga descubrir nuevas maneras de usar la libertad, a valorar la vida, los seres queridos y la gente que nos rodea.

Un amigo y maestro de tu Instituto Lasallista que siempre te recordará.
¡Hasta pronto!
Hno. José Luis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario