domingo, 22 de diciembre de 2013

NANIPO EN LA SIERRA PERUANA


PROYECCIÓN SOCIAL EN NAVIDAD
Aunque el ambiente de la NAVIDAD tarda en llegar hasta estas latitudes de la sierra, desde nuestra Institución La Salle, así como otras organizaciones humanitarias, nos desplazamos hasta las comunidades más alejadas para  compartir con los niños (y no tan niños) una jornada que denominamos NANIPO (NAvidad del Niño PObre).

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Destaco dos de esos lugares donde los sentimientos de compartir afloraron más en mi persona; fueron las comunidades campesinas de Mullakas  y Marcuray. La primera, para los que conocen estos lugares, está pasado Maras. Allí me desplacé con los jóvenes de nuestro Instituto que estudian magisterio.
 Era una escuelita con niños de inicial a los que educa Roxana, una encantadora y firme profesional de la enseñanza.
A parte de adornar el aula y realizar juegos, cada niño fue obsequiado con un juguete por parte de los jóvenes. No faltó la chocolatada y el pan especial para estas ocasiones que también aportaron.


 La comunidad de Marcuray está ubicada más arriba de Sogma, a unos 3.500 metros de altitud. Sólo se accede a este lugar por senderos. Nada de carretera ni caminos.
Unas dos horas duró nuestro ascenso en zigzag hasta llegar a la escuela primaria. El profesor ya había comunicado a los niños nuestra llegada. Tres de ellos acudieron con sus caballos para trasladar nuestro material.

Marcuray es una comunidad andina muy alejada de las necesidades básicas como podéis suponer. Si uno enferma debe servirse de animales para acudir a una atención médica y los niños que desean seguir estudios de secundaria deben andar unas cuatro horas diarias. A estos  niños, tímidos para relacionarse, pero súper animados en los juegos, cantos y danzas, acudimos en vísperas de Navidad, a compartir con ellos algo de alegría. No faltó  cierta dificultad en relacionarnos porque su lengua vehicular es el quechua.

Regalos, chocolatada y pan fueron nuestros presentes para con esos niños y gente adulta que acudió al encuentro.
Nuestro regreso y descenso, aunque dando un pequeño recorrido,  se vio gratificado  por la visión del entorno rodeado de las imponentes cumbres de los nevados andinos y la majestuosa cascada de agua de Perolniyc de unos 50 metros de altitud.

Jornada gratificante por el compartir con la gente sencilla y disfrutar de esta hermosa obra creada por el buen Dios, que nos legaron nuestros antepasados. Gracias también a todas aquellas personas que hacen posibles los gestos altruistas y humanitarios.

LA CATEQUESIS RURAL
Otra de las actividades gratificantes a nivel humano y que implica donación y dedicación para con los niños es la catequesis rural que imparten nuestros estudiantes del Instituto en diversas comunidades: Chicón, Palqaraqui, Qotohuincho, Ccollanas, Urquillos, Yanahuara y Pucrutu.

Este fin de semana, sábado 21 de diciembre (2013), se reunieron en el coliseo de la Institución La Salle unos 150 niños procedentes de dichas comunidades, todos ellos muy ilusionados por el encuentro y el regalo  que les aguardaba.
Un pesebre presidía nuestro encuentro y, tras las palabras de bienvenida del Hno. Javier, se procedió a animar el ambiente con canciones acompañadas de gestos. No faltaron las escenificaciones y villancicos que los mismos niños habían preparado con sus catequistas. Acto seguido repusieron sus fuerzas con el chocolate y el pan de Navidad.


El acto terminó con la presencia de los reyes Magos y sus pajes. Emocionados los más pequeños que tuvieron la fortuna de recibir el regalo de manos de uno de los Reyes Magos.

No hubiera sido posible esta actividad sin la generosa aportación económica de 400 euros de la Colla Jove de Tarragona. ¡Gracias amigos! También es de agradecer todos los pasos dados por Eric Díaz para que llegasen estos fondos a su destino. Un bonito ejemplo de solidaridad y de manera especial en estos tiempos de crisis. 

1 comentario:

  1. impresionante José Luís. Espero que este año me lleves a sitios como este.

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