martes, 31 de agosto de 2010

CARTA A MARIBEL

 Apreciada Maribel.


Tu correo me ha proporcionado una grata alegría, al notificarme el deseo que albergaba tu corazón desde hace años.
Noble aspiración ésta, la de colaborar con PROYDE en uno de sus proyectos de verano. ¡Fantástico! Ahora bien, las preguntas que me formulas las encuentro muy interesantes y dignas de reflexión en  todo voluntario,  y en especial si vas a colaborar  con la ONG de La Salle.
Son muchas las ONGS  que trabajan en tareas humanitarias en el tercer y cuarto mundo. Pero, también la visión o filosofía que éstas tienen sobre el hombre y su trascendencia es muy diversa.

Todos los voluntarios como tú, en el fondo, desean vivir una experiencia de compromiso con una realidad necesitada. Es un principio básico y  muy diferente al mero hecho de hacer “turismo”. Pero, ¡ojo!; quiero puntualizar  que también ante una acción humanitaria podemos tomar dos posturas bien diferenciadas, aunque en sus acciones externas no se note, pero sí en sus convicciones internas.
Dicho de  forma más sencilla y breve: se trata de diferenciar el voluntario del misionero. Para mí:
·        VOLUNTARIO:  ”Es la persona que, por elección propia, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria, de manera altruista y sin recibir remuneración  por esto”
·        MISIONERO: “Es la persona que participa en la misión de la Iglesia de anunciar a Jesucristo a los demás mediante su testimonio de acciones y de vida cristiana, encarnándose en una realidad concreta”.

Como  ves, en el misionero, hay una visión trascendente de la vida humana.  Es importante  elegir,  no sólo el tipo de proyecto humanitario que deseas realizar,  sino también por cuál de las dos vías (voluntario o misionero) te sientes identificado. Importante es también conocer la filosofía, creencias, trabajos por mejorar una realidad concreta o intereses que pueden mover a la ONG o grupo que te acoge y financia el proyecto.

     Yo te voy a decir, a modo de ejemplo,  lo que los Hermanos de La Salle realizan en  el Perú anualmente. Lo llaman “MISIÓN DEL VALLE SAGRADO”. El título ya lo dice claro.
     Cada año, un centenar de jóvenes de 4º de Secundaria de diversos colegios La Salle del Perú (Lima, Arequipa, Cuzco, Iquitos, Urubamba, Abancay, …), viven esta bonita experiencia durante 10 días, acompañados y orientados en su búsqueda de una respuesta personal y comunitaria al sentido de su vida.  Es pues una acción formativa de pastoral, dirigida al joven que ha de vivir y formar parte de una comunidad de fe.

       Esta experiencia tiene lugar,  en comunidades rurales situadas a más de 3.000 m. de altitud en el Valle  Sagrado de los Incas y durante los 10 últimos días del mes de julio. A cada uno de estos municipios o comunidades van asignados una veintena de jóvenes acompañados por animadores. Y es aquí donde entra en juego la figura del Voluntario-Misionero: Hermanos y profesores nativos, a los que se unen los voluntarios-misioneros venidos desde España a través de la ONG PROIDE.  Asumen responsabilidades en el contacto con la realidad y comparten la experiencia de vida comunitaria y de fe junto a los jóvenes.


Así pues la Misión:
  • Es testimonio de vida en el seguimiento a Jesús.
  •  Promueve espacios donde  el joven descubre y desarrolla sus capacidades.
  •  Ofrece una experiencia encarnada en una historia y en una realidad rural-pobre.
  • Se trabaja en um proyecto para mejorar dicha realidad.
  •  
        Maribel, si deseas participar  y vivir en profundidad la Misión  Lasallista del Valle Sagrado has de tener en tu perfil las dos dimensiones ya expuestas: la de VOLUNTARIO  y la de MISIONERO.  Se trata de vivir la experiencia y donación  personal en una realidad rural-pobre que seguro te interpelará y  sabrás valorarla; y a su vez tendrás una experiencia significativa de Dios a través  de la oración, la catequesis y la vida en grupo.

    Puede ser que, en tu interior, consideres exigente esta propuesta de proyecto. Pero prefiero ser claro en los planteamientos. Y si no te sientes con fuerzas para vivir este reto  de VOLUNTARIO-MISIONERO, no te desanimes y busca otro tipo de proyecto y voluntariado a tu medida, inclusive dentro de la ONG PROYDE.

    Si decides venir al Valle Sagrado con la ONG PROYDE  debes informarte bien:
    ·        De la estructura de la misión  (fechas, lugar, ...)
    ·        Del trabajo comunal a realizar en una realidad pobre (Concretizar)
    ·        De las condiciones, a veces mínimas, para vivir durante  esos 10 días de misión.
    ·        De que es una experiencia vivida en comunidad con Hermanos, profesores y alumnos de 4º de Secundaria de centros La Salle del Perú.
    ·        De que los Voluntarios participarán orientando y acompañando a los jóvenes.
    ·        De las dos fases bien diferenciadas que vivirás durante tu estancia en el Perú y que son: 
        La de reconocimiento y sensibilización junto con otros voluntarios, tanto del entorno cultural como  de las comunidades en las que se vivirá la 2ª fase.
             El contacto previo con las comunidades es para detectar y planificar, junto con los pobladores, las urgencias en esos  lugares. 
        Los 10 días de Misión con jóvenes procedentes de la selva, costa y sierra del Perú.
         La eucaristía de envío a las comunidades y la de clausura.


    En tu carta me pides una orientación sobre las actividades, dinámicas  y posible horario. Te mando el que tuvimos durante el 2.010 en Pampallacta:
    1.      Oración comunitaria: Mañana y noche.
    2.      Comidas: desayuno, almuerzo y cena.
    3.      Diversos servicios de limpieza (vajilla, locales comunitarios,…)
    4.      Catequesis a niños: preparación, ejecución y evaluación.
    5.      Trabajo comunal.
    6.      Contacto con la realidad  (visitas en grupo)
    7.      Espacios de solaz: descanso, siesta, aseo, etc.

    Por último, decirte que tras los 10 días de Misión, se regresa a Urubamba en donde se realizan distintas dinámicas  de grupo y  se evalúa la experiencia de la Misión.
    Espero haberte aclarado aquellos interrogantes que me planteabas en tu carta. Te esperaré con los brazos abiertos para darte un fuerte abrazo. Que ni la distancia ni el olvido deterioren nuestra amistad.
    Besos de tu amigo José Luis Vadillo





    HE AQUÍ UNA PROPUESTA ALTERNATIVA   (para los responsables): 

    Dado que puede haber personas que manifiesten una cierta dificultad para  acompañar a los jóvenes misioneros en las comunidades andinas, propongo la siguiente alternativa:

    Que el Instituto La Salle de Urubamba sea el lugar de residencia de los voluntarios.
    Que las tareas de trabajo comunal puedan realizarse en el mismo Instituto, en La municipalidad  o en sus alrededores.

    Que los voluntarios puedan tener, por las tardes, un contacto con los niños del “Apoyo escolar” o con grupos de catequesis.

    Esta propuesta debe ser ratificada por  el Distrito del Perú,  las ONGES TARPASUNCHIS Y PROYDE  y la Comunidad de Hermanos de Urubamba.


    VOLUNTARIOS: "Anónimos Artistas" 

    Ser voluntario es ser un ser humano, humano.
    Ser voluntario es entrar en la calle, en la casa,
    en el hospital, en la cárcel, en el pueblo
    y en la aldea donde haya un ser que sufre.
    Ser voluntario es entrar en el corazón,
    en el corazón del que lo pasa mal.

    Cuando el voluntario visita a alguien
    que está solo, le cura la soledad; cuando
    habla, le ayuda, le escucha y le siente: el
    solitario mejora de la soledad…

    Se sabe que el voluntario va a trabajar
    gratis, no va a ganar nada. Yo quiero
    negar esto: el voluntario va a ganar
    muchísimo, va a ganar el placer de ser útil,
    la risa de un anciano, la sonrisa de un enfermo,
    el abrazo de un niño sin padres,
    la amistad de un paralítico
    o el cariño de un preso.

    … Al mal, sólo lo destruye el bien.
    Al dolor le puede destruir el amor –
    no sólo la farmacia”

    (Gloria Fuertes, en Adviento-Navidad 2010-2011, Caritas)

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